Proyecto Coqui

Coquí de las Hierbas

DESCRIPCIÓN

Tamaño. — Especie de tamaño pequeño. En una de nuestras áreas de estudio a nivel del mar, los machos miden un promedio de 19.4 mm (± 0.7; 18.2–20.5; n = 24) y las hembras 21.8 mm (± 1.0; 20.0–24.1; n = 15). El Coquí Duende, Coquí Grillo y Coquí de las Hierbas son las únicas especies de Puerto Rico que son más pequeñas que el Coquí Pitito.

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Coquí de las Hierbas

Coloración. — El dorso es castaño claro o gris castaño y el vientre es de color claro (Schmidt, 1920). La especie se puede distinguir fácilmente de otras de Puerto Rico por la presencia de dos líneas, una clara arriba y una obscura debajo, que se extienden desde la punta del hocico, sobre el ojo, hasta la mitad de los flancos (Fig. 4.3; Lám. 4.4– 4.6; Rivero, 1978). Algunos individuos pueden tener algunos puntos obscuros en el dorso (entre los ojos y/o en el centro del dorso), bandas transversales en patas traseras (Fig. 4.3) y/o línea dorsal media muy fina (Schmidt, 1920; Schwartz, 1969; Joglar, 1981). El vientre es gris con puntos claros y la garganta también es gris (Schwartz & Henderson, 1991). El asiento es de color obscuro (Rivero, 1978; Joglar, 1981).

Morfología. — El número diploide de cromosomas es 26 (Fig. 4.4; Drewry, 1970; Bogart, 1981).

  1.  — Dibujos: Schmidt, 1920:180; 1928:60 (Fig. 4.3); Schwartz & Henderson, 1985:18. Fotografías: Rivero, 1978:26 (Lámina 12; Fig.2); este volumen, Lám. 4.4–4.6.

Especies parecidas. — Aunque varias de las especies de coquíes de Puerto Rico se parecen entre sí, el Coquí de las Hierbas se distingue fácilmente de otras especies por su patrón de coloración, particularmente las líneas cantales que van desde el hocico hasta la mitad de los flancos, tamaño pequeño y llamada.

DISTRIBUCIÓN

Ampliamente distribuido por todo Puerto Rico (Mapa 4.2; Schwartz & Thomas, 1975; Rivero, 1978; Schwartz & Henderson, 1991). Aunque es una especie principalmente de elevaciones bajas, se puede encontrar también en elevaciones intermedias y altas, de 183 a 640 m (Schwart & Henderson, 1991). Para información adicional sobre su distribución, ver sección de Estado Actual bajo Conservación y Manejo de esta especie.

HISTORIA NATURAL

Hábitat. — Se encuentra en pastizales abiertos, siembras de caña joven (Rivero, 1978) y hierbas altas en praderas, generalmente en áreas expuestas al sol (Drewry & Rand, 1983) y en hierbas a lo largo de carreteras (Schmidt, 1920; 1928). No se encuentra en bosque enano; a elevaciones más bajas se encuentra en el borde del bosque y no en bosque cerrado (Drewry, 1970). Estudios de contenido estomacal parecen indicar que las hembras son de hábitos más terrestres que los machos (Lavigne & Drewry, 1970). Los machos llaman desde hierbas (Schmidt, 1920; 1928), de 0 a 1.5 m sobre el suelo, en ocasiones desde los tallos (Drewry & Rand, 1983). No conocemos ninguna referencia que documente dónde anida esta especie.

Hábitos alimentarios. — Lavigne y Drewry (1970) estudiaron los hábitos alimentarios del Coquí de la Hierbas y aquí se resumen sus conclusiones. Al igual que en otras especies de coquíes, las hembras y los juveniles tienden a alimentarse más temprano en la noche que los machos, y los machos que cantan no se alimentan o se alimentan menos. El estudio de contenido estomacal de machos y hembras reveló que se alimentan de una gran variedad de insectos (colémbolos, hemípteros, dípteros, himenópteros, lepidópteros, y tisanópteros) y de arañas. No existe información sobre el contenido estomacal de los juveniles. Machos y hembras se alimentan principalmente de presas que se encuentran en la vegetación y, en menor cantidad, de las que se encuentran en el suelo, siendo esta tendencia más pronunciada en hembras que en machos.

Depredadores y enemigos naturales. — No conocemos ninguna referencia sobre este tema, pero seguramente tiene los mismos depredadores y enemigos naturales que el Coquí Común (ver esta sección bajo Coquí Común), particularmente aquellos asociados a pastizales y hierbas.

  1.  — Las únicas referencias que conocemos que brinden información sobre este tema son las que hemos citado bajo los temas de Hábitat, Hábitos Alimentarios y Llamada de esta especie.
  2.  — Cada llamada está compuesta de un sólo tipo de nota pero esta nota se puede repetir de dos a seis veces por llamada (Drewry & Rand, 1983). Consiste en una serie de golpes secos parecidos a los que produce el telégrafo, y suena algo parecido a “tic-tic-tic-tic” (Schwartz, 1969). La actividad de llamada comienza antes del atardecer y termina poco después del amanecer, tiene dos picos de actividad máxima de casi igual intensidad, uno poco antes de atardecer y otro poco después de amanecer y dura toda la noche (Figura 2.5; Drewry, 1970). Los aguaceros pueden causar que los machos dejen de cantar, posiblemente como consecuencia del impacto de las gotas sobre el cuerpo en una especie de tamaño tan pequeño (Drewry, 1970).

Reproducción. — No conocemos ninguna referencia sobre este tema ni tampoco hemos hecho observaciones de campo sobre esta actividad o camadas. Al examinar hembras grávidas depositadas en colecciones, encontramos que tienen de dos a cinco huevos desarrollados (= 3.25 ± 0.23; 2–5; n = 4). El diámetro promedio de estos huevos es 2.02 mm (± 0.23; 1.76–2.30; n = 7). Aunque estas estadísticas son muy limitadas, nos podrían dar alguna idea de número de huevos por camada y de su tamaño. En nuestro laboratorio, en dos ocasiones, logramos reproducir en cautiverio a una pareja de la especie, pero lamentablemente no se pudieron hacer observaciones de la camada y de cuido parental, posiblemente debido a lo oculto de sus hábitos. Esto parece sugerir que las camadas fueron puestas bajo tierra entre raíces de vegetación. En la primera ocasión se encontraron tres juveniles, y dos en la segunda. Todos estos juveniles se caracterizaron por tener el patrón de coloración típico de los adultos.

CONSERVACIÓN Y MANEJO

Abundancia y fluctuaciones poblacionales. — No conocemos ninguna referencia en la literatura que documente cifras de abundancia, densidades o fluctuaciones poblacionales de la especie en alguna localidad de Puerto Rico. Nuestras observaciones indican que en algunos lugares puede llegar a ser más abundante que el Coquí Común.

Estado actual. — Esta especie no ha sido formalmente estudiada por nuestro grupo de trabajo; sin embargo, hemos obtenido algunos datos sobre su distribución y abundancia en el pasado y en el presente. Según algunos autores en el pasado la especie estaba ampliamente distribuida por la Isla (Rivero, 1978; Schwartz & Henderson, 1991). Esta parece ser la distribución de la especie en el presente (Mapa 4.2). Aunque es una especie principalmente de elevaciones bajas, también se puede encontrar en elevaciones intermedias y altas. Durante nuestros estudios entre 1986 y 1998, hemos observado poblaciones del Coquí de las Hierbas en: (1) Bosque Estatal de Guajataca, (2) Bosque de Toro Negro (Carretera 143 km 21.2, Lago Guineo, Cerro Maravilla y Area Recreativa), (3) Cayey (Cerro El Gato en la Carretera 7737, Carretera 15 en los kilómetros 15, 16.9 y 17.4, Carretera 7741 en los caminos en el kilómetro 6.3 y Carretera 184 en el Área de la Prisión y en Cerro La Santa), (4) elevaciones bajas e intermedias de El Yunque y El Verde (Carretera 988 desde Catalina a Sabana y en el área de Bisley, Carretera 9966, y a lo largo de la Carretera 191 y particularmente en el km 10.4 y en las áreas de derrumbes después del km 19.3 y (5) Zona Metropolitana. Ya que esta especie es de amplia distribución en la Isla y principalmente de elevaciones bajas, consideramos que posiblemente no esté disminuyendo.

Grado de protección actual y sugerido. — En el presente la especie no está protegida. En nuestros informes escritos hemos recomendado al Servicio de Pesca y Vida Silvestre Federal en 1992 y al Departamento de Recursos Naturales de Puerto Rico en 1993, que la especie sea considerada una que no requiere protección, ya que su situación es estable. En 1993 informamos al Grupo de Trabajo de la Disminución Poblacional de Anfibios de la Comisión para la Supervivencia de las Especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (“DAPTF IUCN/SSC”) que la especie no ha sido evaluada (“NE”), pero que ya que es muy abundante en varias localidades y de amplia distribución en la Isla seguramente sus poblaciones no están disminuyendo.

INFORMACIÓN ADICIONAL

Sistemática. — Esta especie ha sido incluida en el grupo auriculatus (Schwartz, 1969; Joglar 1981) y es representante en las Indias Occidentales del grupo unistrigatus (Joglar, 1989). Otro investigador, utilizando información generada por técnicas moleculares, la incluye en el subgénero Eleutherodactylus, sección auriculatus, serie martinicensis, pero no la incluye en ningún grupo de especies (Hedges, 1989).

Historia y nomenclatura. — La especie fue descrita en 1920 por Karl Patterson Schmidt. Este investigador viajó a Puerto Rico en 1919 para estudiar los anfibios y reptiles de la Isla como parte del Inventario Científico de Puerto Rico. En esa época colectó tres ejemplares de la especie en El Yunque y uno en Maricao, y utilizando esos cuatro ejemplares describió la especie. De las 16 especies de coquíes de Puerto Rico, es la número 11 que se describe (Thomas & Joglar, 1996). Schmidt, la nombró en honor a Nathaniel L. Britton, Director del Comité del Inventario Científico de Puerto Rico de la Academia de Ciencias de Nueva York (Schmidt, 1920). No conocemos otros nombres científicos que se hayan utilizado para la especie que no sea Eleutherodactylus brittoni. Schmidt, en 1928, señala que en esa época no existe un nombre común para esta especie. Vélez (1977) utiliza el nombre común Coquí de Gramíneas, y en inglés “Grass Coquí”, en su catálogo de nombres vulgares de vertebrados, y Rivero (1978), en su libro de anfibios y reptiles de Puerto Rico, utiliza Coquí de las Hierbas.

Para más información sobre las figuras y láminas en el texto anterior refiérase a:

Joglar, R. L. 1998.  Los Coquíes de Puerto Rico: Su Historia Natural y Conservación.  Editorial de la Universidad de Puerto Rico, San Juan, Puerto Rico.